Todo lo que necesitas es amor, decían los Beatles en su famosa canción. Ahora bien, ¿qué tipo de amor debemos buscar? Sabemos que no todos son amables con nosotros, y en este arte de amar se debe tener buena cabeza no solo para frustrar las decepciones. Todos anhelamos el amor verdadero de una forma u otra.
Saber qué lo distingue es definitivamente un primer paso. Curiosamente, los terapeutas de pareja a menudo se encuentran ante el mismo dilema:
tener que explicar a sus pacientes lo que se llama "amor verdadero". También hay que decir que cada vez que inicias una relación, te estás diciendo que la encontraste.
Nos abruman las ilusiones, las emociones y todo el caudal de neurotransmisores que nos provocan emociones intensas sin fin. Pero después de un tiempo, sucedió algo que puso en duda esa primera afirmación. No, este no es nuestro verdadero amor.
No podemos decir que amamos al otro hasta que conozcamos sus demonios, su ira, su ira y sus contradicciones. Se necesita amor verdadero para entender que en una relación no todo es belleza sino también caos y con ello impulso.
La investigación científica nos dice que hay muchos tipos de amor. Tenemos el amor romántico, el amor posesivo, el amor superficial, el amor basado en la atracción, el amor de amistad, el amor íntimo...
En cierto modo, será un amor superficial, basado en la madurez y la comprensión, también sublime, y un compromiso verdadero e inquebrantable... Veamos todos sus rasgos.
1. El verdadero amor comienza primero con el amor propio.
Solemos hacerlo: amamos con pasión. Tendemos a inculcar el ideal, el ideal que nos ha inculcado durante generaciones la imagen del amor romántico. Sin embargo, no se equivoque.
Este concepto, este diagrama de relaciones tiene sus raíces en casos de verdaderos suicidios amorosos, pérdida de autoestima y relaciones de dependencia.
Para amar sin dependencia ni necesidad, primero debemos valorarnos a nosotros mismos. Por lo tanto, no olvidemos lo siguiente, para poder decir “te amo”, primero debes saber decir “ámate a ti mismo”. El amor propio y la autoconciencia son claves para construir relaciones saludables.
En resumen, para encontrar a la persona adecuada, para encontrar el amor verdadero, también hay que prepararse para una relación. Esto requiere un trabajo interno que puede ser costoso pero traerá grandes beneficios.
“Si el amor fuera un árbol, la raíz sería tu amor propio, cuanto más te ames a ti mismo, más fecundo y duradero será tu amor por los demás.
2. El amor quiere sin condiciones
Es normal que no nos guste todo de nuestra pareja. Sin embargo, las diferencias embellecen el amor y a su vez lo complementan. Si nos limitamos a querer sólo lo que nos gusta en la otra persona, tendremos una relación imperfecta.
Si nos enfocamos en hacer perfecta a la otra persona, estaremos viviendo una mentira. Todo este amor no puede durar mucho.
Abramos los ojos y aceptemos al enemigo con todas sus sombras, defectos, virtudes, defectos, grandezas, luces y tinieblas.
3. No hay necesidad de amar, es amar
La adicción y el amor son tan incompatibles que si los obligamos a coexistir, se destruirán mutuamente. Nadie en la vida está obligado a completar lo que nos falta.
Por eso gustar más que tener consecuencias directas se trata de dar más valor a las personas que amamos, porque las apreciaremos por lo que son, no por lo que nos dan. ejército de reserva.
Resolver este punto está íntimamente relacionado con el primero; Esto significa que debemos trabajar y cuidarnos para no “necesitar” a alguien que cubra nuestras heridas y elimine nuestros defectos.
Entonces, la clave del verdadero amor está dentro de nosotros mismos.
4. Ser el compañero de vida ideal no significa no tener problemas, sino saber solucionarlos
El verdadero amor no está exento de problemas. La armonía no siempre es perfecta, ni es inmune a las dificultades.
A veces cometemos el mismo error: Creer que para que el amor funcione, no debe haber discusiones, diferencias o desafíos.
Sin embargo, seamos claros, la verdadera pareja ideal es aquella que puede resolver problemas a través del respeto, el compromiso y la estabilidad.
No se trata de estar de acuerdo en todo, se trata de tener los mismos valores, que podamos trabajar juntos, en un mismo proyecto, aceptando nuestras diferencias.
5. El verdadero amor no surge de la nada, se construye.
Para construir el amor es necesario formar un equipo y establecer las reglas del juego.
Para saltar a este mundo de relaciones y emociones, es necesario saber que se requiere comunicación, escucha sincera y emocional, diálogo abierto y eliminación de prejuicios.
El amor se construirá sobre el apoyo, el aprecio y el afecto sincero. Con estas introducciones construiremos algo mejor que el amor: la complicidad.
6. Para amar completamente, debes establecer tus límites emocionales.
Una relación sana no se basa en juegos o condiciones de poder, sino en objetivos compartidos, equilibrados y saludables. Por lo tanto, es necesario deshacerse de la idea de sacrificio asociada al amor.
Hay ciertas cosas que no debemos tolerar, como ser abusado, engañado, manipulado emocionalmente, ofendido o violar nuestros valores. Todos ellos se basan en la falta de respeto y el desamor, por lo que negarlos significa nunca sobrepasar nuestros límites emocionales.
7. El verdadero amor no se conoce por lo que pide, sino por lo que da.
El amor no se trata de controlar o exigir, se trata de libertad y confianza. Sin embargo, la esclavitud emocional es más común de lo que nos gusta admitir;
De hecho, exponer conceptos erróneos sobre el compromiso y la asociación es más común de lo habitual. Por lo tanto, se debe eliminar la victimización y la culpa que busca justificar malas acciones o malas palabras.
Este tipo de comportamiento nos mantiene atrapados en una espiral negativa que alimenta nuestra relación con oscuridad, desconfianza y falsas expectativas. Así mismo, si estás con alguien tienes que sacrificar una parte de ti y de tu vida, ese amor te va a agotar.
El amor se basa en el respeto y la lealtad personal a cada uno de los cónyuges.
8. Si el amor te está matando, no es de tu talla.
Si el amor doloroso significa que no es amor, confundimos nuestros sentimientos y nos lastimamos unos a otros. En otras palabras, si nos encontramos ahogándonos,
¿no es hora de salir del agua?
No es que tengamos que cambiar para acomodar a nuestra pareja, ni significa que nosotros mismos tengamos que adaptarnos a todas las expectativas, guardar silencio ante cada insulto, cerrar los ojos ante cada decepción. En los casos en que la relación implique sufrimiento, es mejor dejarla.
Si un lado veta una parte del otro, es hora de decir adiós y dejarlo ir. Debemos ser capaces de restablecer nuestras prioridades para proteger nuestra dignidad.
En definitiva, encontrar y encontrar pareja puede ser más fácil de lo que piensas. Sin embargo, el verdadero amor no solo se encuentra, se necesita trabajo diario para convertir ese descubrimiento en un proyecto, y el amor por la seguridad y la ilusión para crecer como personas en equipo, y dar forma a la felicidad. Su excelencia.
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